Parabenos en la piel.
Los parabenos son conservantes de uso habitual en cosmética. Su uso en pequeñas dosis está normalizado, pero que en exceso pueden resultar muy dañinos para el organismo. Cualquier producto cosmético contiene conservantes. Gracias a ellos evitamos que se echen a perder por acción de los microorganismos una vez abiertos.
Philippa Darbre, una farmacéutica del Reino Unido y su equipo, iniciaron en 1998 una investigación sobre los parabenos. Querían comprobar si el metil, etil, propil y butil parabenes podían influir en la salud de las personas. Tras una serie de ensayos en el laboratorio, concluyeron que estos compuestos tenían propiedades estrogénicas. Es decir, que podían actuar en la hormona sexual femenina. Los parabenos contribuían en la proliferación de células mamarias cancerígenas.
En 2004, la investigación fue aún más lejos: se encontraron muestras de estas sustancias en veinte tumores de mama y en los ganglios linfáticos auxiliares que se conectaban con ellos.
La industria cosmética así como la alimentaria aún así, recurren frecuentemente a su uso porque son muy baratos. El aporte de ellos en cada producto está por debajo de lo que se considera perjudicial. Pero en nuestro consumo diario no usamos un solo producto, y vamos acumulando el aporte de cada uno de ellos,
Ante la duda, mejor optar por cosméticos naturales que incluyan en su formulación otros conservantes que no sean acumulativos ni perjudiciales.