La mascarilla iluminadora que os vamos a explicar hoy es aplicable a todo tipo de pieles.
Nuestra dermis también necesita alimentarse desde el exterior. Ya hemos comentado que es la primera parte de nuestro organismo en perder líquidos y minerales en beneficio de otros órganos. Ésta es la razón por la que realizar una mascarilla al menos una vez a la semana, es fundamental para un cuidado básico.
Hay muchas variantes de mascarillas caseras muy fáciles de realizar. Siempre se pueden aprovechar frutas con alto contenido en antioxidantes como los arándanos. Pero la mascarilla que os vamos a enseñar hoy es un auténtico manjar para nuestra piel.
Los ingredientes
2 cucharadas de miel. La miel es rica en enzimas que nos ayudan a regenerar y limpiar de toxinas nuestra dermis. También tiene muchos nutrientes y nos aporta una hidratación extraordinaria. Por su contenido en peróxido de hidrógeno es increiblemente eficaz en el tratamiento de pieles acneicas y manchas. Sus antioxidantes nos ayudan a mantener la piel tersa y sin arrugas por más tiempo.
Medio pepino. El pepino aporta hidratación y previene la aparición de granitos ya que ayuda a eliminar las grasas. Además nos aporta vitaminas A, C y E y minerales. Entre sus propiedades está la de favorecer la producción de colágeno. Para que aprendas otros usos y cualidades del pepino, te dejamos aquí este enlace.
Una cucharada de moca de aceite de pepita de uva. Por sus cualidades antioxidantes,provenientes de su alto contenido en minerales y vitaminas E, K, ácidos grasos Omega 6, flavonoides y polifenoles naturales.
4 gotas de aceite esencial de lavanda. Hidratante y anti-arrugas. Ayuda a calmar eccemas e inflamaciones de la piel. Es eficaz en el tratamiento del acné y de quemaduras solares. Es además calmante en las picaduras
Preparación
Mezclar todos los ingredientes y dejar reposar una hora en el frigorífico.
Aplicación
Aplicar en rostro cuello y escote evitando las mucosas y dejar actuar de 20 a 30 minutos.
Resultados
Piel más luminosa, suave e hidratada al instante.