Cuello, escote, brazos y manos, suelen ser los grandes olvidados en el cuidado diario. Sobre todo mientras nos acompaña la fresca juventud. Inevitablemente el tiempo hace mella, y entonces nos damos cuenta de que agitar la mano para decir adios no nos favorece nada y los cuellos altos nos parecen una bendición.
Hoy vamos a centrarnos en el Cuello.
Su piel es muy fina, carece de glándulas sebáceas y no tiene osamenta para mantener su firmeza. La flacidez hace que aparezca la horrible papada y las arruguitas comunmente conocidas como collar de Venus. El tratamiento específico para esta zona, no es más que extender tu rutina para rostro: limpieza, hidratación y nutrición.
Podéis limpiar el cuello con el desmaquillante bifásico que os enseñamos a preparar en este link, recordad que era tan sencillo como mezclar a partes iguales el aceite de pepita de uva y vuestro tónico habitual.
Como serum os recomendamos mezclar 20ml de aceite biológico de pepita de uva y 4 gotas de aceite esencial biológico de lavanda. Como siempre agitamos bien y dejamos reposar 24 horas en el frigorífico.
Os proponemos además unos ejercicios para fortalecer su musculatura:
1.-Con la espalda recta, girar la cabeza hacia un lado aguantar la posición unos instantes y volver a la postura inicial. Hacer lo mismo hacia el otro lado. debes repetir el ejercicio unas 10 veces.
2.-Igualmente con una correcta posición de hombros y espalda, inclinamos lentamente la cabeza hacia delante, mantenemos unos instantes con el mentón pegado al escote y regresamos a la posición erguida. Hacemos el recorrido contrario despacio y sin forzar el cuello y volvemos de nuevo a la postura inicial. 10 repeticiones
3.- Colocamos la lengua en el paladar superior y empujamos hacia arriba. Éste nos encanta porque lo podemos hacer sin que nadie se de cuenta.
En este enlace de mejor con salud, podéis encontrar más ejercicios de cuello.
La próxima semana nos lanzamos a por el escote.