
La coenzima Q10 es una sustancia grasa y soluble. La producimos naturalmente y está presente en la mayoría de nuestras células. Sus niveles empiezan a descender a partir de los 30 0 35 años. Es un antioxidante natural que nos protege de la acción de los radicales libres y de los rayos UV. Evita la degeneración del colágeno y restaura la berrera lipídica de la piel. Su aplicación cutánea reduce la profundidad de las arrugas y ayuda al proceso de regeneración de las células dérmicas. Esta coenzima es imprescindible en el tratamiento del contorno de ojos, ya que trata simultáneamente las patas de gallo, las bolsas y las ojeras.
La podemos encontrar:
Presente en alimentos de origen animal tales como carne y vísceras, en el pescado azul (sardinas atún arenques y caballa) y en menor cantidad en pollo y huevos.
En alimentos de origen vegetal lo encontramos en la soja, en las semillas de algodón, sésamo maíz y en el aceite de girasol y frutos secos
Aplicación directa sobre la piel.
De manera natural encontramos la coenzima Q10 en aceites vegetales tales como el de girasol, el de almendras y el de sésamo… En combinación con otros principios activos podemos incrementar la eficacia de unos y otros. Es muy aconsejable su uso con vitaminas C y E. Si la unimos a liposomas incrementaremos el efecto hidratante de estos. Si la acompañamos de creatina recarga las reservas energéticas de la piel para retener la firmeza natural.