
Los ácidos nos ayudan a acelerar el proceso natural de renovación celular, desde la simple eliminación de las células muertas hasta una dermoabrasión más profunda. Encontramos distintos tipos de ácidos, hay que encontrar según los objetivos y el tipo de piel, cuál es el indicado y su dosis apropiada. En este listado los encontrarás ordenados de los más suaves a los más agresivos.
AHA: Alfa hidroxiácidos
Hidratantes y exfoliantes, son eficaces contra las hiperpigmentaciones y el acné. Ayudan a borrar las marcas de los granitos y los daños solares dando además luminosidad a la piel.
El ácido glicólico
Es el AHA de molécula más pequeña por lo que penetra más en la piel proporcionando una exfoliación más profunda.
Ácido láctico
Es naturalmente producido por nuestro cuerpo, pertenece al grupo de los AHA y es un hidratante natural de la piel aumentando la humedad de la misma. Eficaz contra las líneas de expresíón y para pieles secas es un perfecto aliado antiageing.
Ácido cítrico.
De los AHA de mayor molécula, se usa para hacer exfoliaciones superficiales. Hay que tener cuidado en su aplicación porque puede irritar la piel.
Ácido salicílico:
Se trata de un Beta hidroxiácido que elimina las células muertas. Común en tratamientos del acné es eficaz contra las bacterias que lo producen y combate espinillas y granitos.
Ácido hialurónico
Capaz de almacenar 1000 veces su peso en agua, hidratante y revitalizante. Se encuentra naturalmente en nuestra piel, pero lo producimos en menor cantidad conforme envejecemos.
Ácido Retinoico.
Este lo tiene que prescribir un dermatólogo, pero es la panacea contra las manchas. Es un metabolito de la vitamina A de extraordinarias propiedades antiageing. Estimulante del colágeno, responsable del aspecto firme y terso de la piel. Es además despigmentante. Efectos adversos puede producir irritación severa con descamaciones y dermatitis. Por otro lado adelgaza el extracto córneo de la piel durante su tratamiento.
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